- En un año marcado por la incertidumbre laboral derivada de la pandemia, Incarlopsa ha reforzado la estabilidad de su plantilla: casi ocho de cada 10 empleados ya tienen contrato indefinido.
- El 33% de la plantilla son mujeres, unos 8 puntos porcentuales más que en 2019, representación que incrementa hasta el 37% en el caso de los órganos de gobierno de la compañía.
- El equipo humano de Incarlopsa es una plantilla joven: cerca del 84% tiene menos de 50 años, porcentaje que aumenta hasta el 89% en el caso de las mujeres.
Incarlopsa, compañía castellano manchega líder en la producción y elaboración de productos cárnicos porcinos, ha cerrado el ejercicio 2020 con una plantilla compuesta por 2.440 personas, lo que representa un crecimiento del 1,5% respecto al ejercicio anterior. Teniendo en cuenta el empleo indirecto generado, Incarlopsa da trabajo a más de 4.180 personas y en los últimos cuatro años ha creado más de 1.000 empleos.
En un año marcado por la incertidumbre derivada de la pandemia y caracterizado por la aplicación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en muchas empresas y sectores de actividad en España, en Incarlopsa, lejos de aplicar ninguna reducción de plantilla, se ha apostado por consolidarla reforzando su compromiso con el equipo humano y basándose en dos criterios fundamentales: la estabilidad y la igualdad de oportunidades.
En 2020, el 73,85% de los empleados y empleadas de Incarlopsa tiene contrato indefinido, lo que representa un notable incremento con respecto al 65% del ejercicio anterior. En línea con el compromiso de Incarlopsa de crear un ambiente de trabajo donde se garantice la igualdad de oportunidades, en 2020 Incarlopsa ha reforzado el empleo femenino: el 33,2% de la plantilla de Incarlopsa son mujeres frente al 25,6% del año anterior. Este porcentaje aumenta hasta el 37% si hablamos de la presencia de mujeres en los órganos de gobierno de la compañía.
Como empresa familiar, Incarlopsa tiene el firme compromiso de seguir ofreciendo oportunidades de futuro a las personas que viven en torno a sus instalaciones productivas, contribuyendo a arraigar población en el medio rural y evitando que los jóvenes tengan que marcharse de sus pueblos. Así, el equipo humano que conforma la familia Incarlopsa es una plantilla joven: en 2020 el 83,72% tiene 50 años o menos, porcentaje que se eleva hasta el 89% en el caso de las mujeres.
Más horas de formación para contribuir al desarrollo personal y profesional de la plantilla
El compromiso de Incarlopsa con su plantilla también se traduce en una apuesta continuada por la formación de sus empleados y empleadas para garantizar su desarrollo profesional y personal. En un ejercicio marcado por la pandemia, y como medida de prevención y salud laboral, se ha priorizado la formación online. En 2020, el 82% de las acciones formativas se han realizado de modo telemático.
En 2020 Incarlopsa ha dedicado 36.031 horas a formación, lo que representa un incremento del 7,1% respecto al año anterior y prácticamente haber duplicado este parámetro desde el año 2017 cuando dedicaba 18.473 horas a la formación de su plantilla.
El número de horas de formación por empleado se ha situado en 2020 en 14,77 horas, lo que representa un incremento del 5,57% respecto al año anterior y un aumento de casi el 30% en los últimos tres años. Esta formación especializada se centra en aspectos relacionados con la correcta manipulación de los alimentos, la sostenibilidad o el bienestar animal, entre otros.
Gracias a la colaboración constante y continua con el comité de empresa y de todos los empleados y empleadas de Incarlopsa, en 2020, para adaptarse adecuadamente a la situación excepcional derivada de la pandemia, se ha reforzado la flexibilidad laboral y los turnos de trabajo, adaptándose a la necesidades productivas en cada momento para responder adecuadamente a la demanda social de alimentos.
Además, en todo momento, la prioridad ha sido el bienestar de la plantilla, asegurando su salud y su seguridad. Para ello, se han implementado las soluciones necesarias en materia de prevención, entre las que destacan el control de la temperatura en los accesos a las plantas de producción, la instalación de pantallas protectoras para cumplir con las medidas de seguridad, el refuerzo de la limpieza en las zonas comunes o la limitación de visitas externas, entre otras.